10. Y, ciertamente, os hemos dado poder y posición en la tierra (¡oh, gentes!) y os hemos concedido en ella medios para vuestro sustento. Sin embargo, poco es lo que agradecéis.
Historia inicial
El Muro Divisorio
El Muro Divisorio
10. Y, ciertamente, os hemos dado poder y posición en la tierra (¡oh, gentes!) y os hemos concedido en ella medios para vuestro sustento. Sin embargo, poco es lo que agradecéis.
11. Y, verdaderamente, os creamos y luego os dimos forma, y después dijimos a los ángeles: «Postraos ante Adán (en señal de obediencia, no como acto de adoración)». Y todos se postraron, salvo Iblis[231], quien no estuvo entre quienes se postraron.
12. (Al-lah) le dijo: «¿Qué te ha impedido postrarte cuando te lo he ordenado?». (Iblis) respondió: «Yo soy superior a él: a mí me creaste de fuego; mientras que a él, de barro».
13. (Al-lah) le dijo: «Desciende de aquí, pues no debías haberte llenado de soberbia en este lugar. Sal (de aquí), en verdad, estarás entre los humillados».
14. (Iblis) dijo: «Concédeme un plazo de tiempo hasta el día en que todos resuciten».
15. (Al-lah) respondió: «Serás de aquellos a quienes se les concederá tal plazo».
16. (Iblis) dijo: «Por haber causado mi ruina, acecharé (a los hombres) en Tu camino recto (para desviarlos).
17. »Después, los acosaré por delante y por detrás, por la derecha y por la izquierda[232]; y no encontrarás a la mayoría de ellos agradecidos».
18. (Al-lah) le dijo: «Sal de aquí despreciado y expulsado. Llenaré el infierno contigo y con todos los (hombres y yinn[233]) que te sigan».
19. (Y le dijo a Adán:) «¡Adán!, habita el paraíso con tu esposa y comed de donde queráis, pero no os acerquéis a este árbol o seréis de los injustos».
20. Mas el Demonio les susurró (que comieran del árbol) para que (como castigo por haber desobedecido a Al-lah) quedaran al descubierto sus partes íntimas que ocultaban (y sintieran vergüenza), y les dijo: «El motivo por el que Al-lah os ha prohibido este árbol es porque, si comierais de él, os convertiríais en ángeles o en inmortales».
21. Y les juró: «Ciertamente, yo soy un buen consejero vuestro».
22. Y los hizo caer (en el pecado) engañándolos. Y cuando comieron del árbol aparecieron sus partes íntimas al descubierto y empezaron a cubrirse con hojas del paraíso. Entonces, su Señor los llamó diciéndoles: «¿No os había prohibido (comer de) este árbol y os había advertido que el Demonio es un declarado enemigo vuestro?».
23. Ambos dijeron: «¡Señor nuestro!, hemos sido injustos con nosotros mismos (al haberte desobedecido) y, si no nos perdonas y te apiadas de nosotros, estaremos entre los perdedores».
24. (Al-lah) les respondió: «Descended (del paraíso junto con el Demonio), seréis enemigos los unos de los otros. En la tierra tendréis morada y disfrutaréis de bienes temporales».