función del mensajero
El Muro Divisorio
179. Y, ciertamente, hemos creado para el infierno a muchos yinn y hombres[265], pues tienen corazones que no comprenden, ojos que no ven y oídos que no oyen. Son como el ganado, o están todavía más extraviados. Esos son quienes viven despreocupados (de la fe y de la obediencia a Al-lah).
180. Y a Al-lah pertenecen los nombres[266] más sublimes; invocadlo, pues, a través de ellos. Y alejaos de quienes alteran Sus nombres y niegan (su significado[267]); esos serán castigados por lo que solían hacer.
181. Y entre quienes hemos creado, hay una comunidad[268] que guía y juzga con la verdad.
182. Y a quienes nieguen Nuestras aleyas (el Corán) los castigaremos poco a poco, de manera que no se den cuenta.
183. Y les concederé un plazo de tiempo (para que persistan en la incredulidad y aumenten sus pecados antes de castigarlos). Ciertamente, Mi plan es sólido.
184. ¿Acaso no reflexionan (los idólatras de La Meca)? Su compañero Muhammad no está loco, solo es un claro amonestador.
185. ¿Es que no observan (las pruebas del poder de Al-lah y de Su unicidad) en los reinos de los cielos y de la tierra y en todo lo que Él ha creado? Puede que su tiempo esté próximo a expirar (y mueran rechazando la verdad). ¿En qué exhortación, después de este (Corán), creerán entonces?
186. Aquellos a quienes Al-lah extravíe (por rechazar la verdad), nadie podrá guiarlos y dejará que persistan en sus transgresiones, extraviados y desorientados.
187. Te preguntan (¡oh, Muhammad!) acerca de cuándo sucederá el Día de la Resurrección. Diles: «Ciertamente, ese conocimiento solo está en posesión de mi Señor[269]. Solo Él puede hacer que tenga lugar en su debido tiempo. Cuando ocurra será terrible para quienes estén en los cielos y en la tierra, y llegará de repente». Te preguntan como si tú estuvieses informado de ello. Diles: «Ese conocimiento solo Al-lah lo posee». Pero la mayoría de la gente no lo sabe.
188. Diles: «Yo no tengo poder para reportarme a mí mismo un bien ni para alejar de mí un mal, solo me sucederá lo que Al-lah quiera que me ocurra. Si supiera lo que solo Al-lah conoce[270] buscaría la manera de obtener bienes en abundancia y no me alcanzaría ninguna desgracia. No soy más que un amonestador (para quienes rechazan la verdad) y un portador de buenas noticias para la gente que cree».